Extraño las formas extrañas que se formaban con el humo al juguetear
con el viento,
la intensa y exquisita sensación que solo éramos parte de un
paisaje a lo lejos,
la calidez de una compañía al lado que te abrazaba en el
frio sin preguntar,
que guardo silencio entre la brisa marina y un cigarro
encendido y lanzado a medio terminar.
Podríamos ser parte de una historia austera, con mucha
pasión y negación, podría ser tu bien o tu mal.
Me voy a fumar…
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